Sensación Liberadora

Una joven de 20 años es la nueva protagonista que dejó un libro abandonado a su suerte sobre una mesa del KFC frente a la USMA. A continuación, Oriana nos cuenta su experiencia:

“Me decidí ya hace varias semanas, dejé el libro ‘La Quinta Montaña’ fue una sensación liberadora, estoy a la expectativa por quién lo habrá encontrado. Para mí la primera vez que leí este libro fue todo una paseo por la espiritualidad, creencias, cultura y el gran mundo que Paulo Cohelo describe que me hace querer conocer países lejanos, espero que el afortunado o la afortunada lo lea también y encuentre un significado especial en él”

¡Gracias por participar, Oriana!

Fríamente Calculado

"El Arte de la Guerra" es un libro que tiene un valor personal enorme para mí. Lo leí y analicé por primera vez en la universidad bajo la guía del Profesor Edgar Pérez, a quien admiro y respeto mucho. Cada vez que lo he leído, me ha dado un arma distinta para batallar distintas situaciones en cualquier ámbito de mi vida.

Esta vez le agradezco a Roberto por contarnos su interesante historia al dejar este libro en la calle; su objetivo, su particular manera de hacerlo y el lugar donde lo dejó fueron tan estratégicos como cualquier táctica bélica de las que describen en el libro. A continuación, él mismo nos cuenta su historia:

"Hasta que finalmente me decidí a hacerlo y dejé un libro. No era el libro que había escogido originalmente, pero de igual manera cumplió su propósito. Al no poder contar con mi primer libro seleccionado para esta tarea, tuve que buscar algún otro que, a mi manera de ver las cosas, representara algo que pudiese contribuir con esta noble campaña. El título y autor: El Arte de la Guerra de Sun Tzu.

Aunque el libro realmente trata sobre estrategia militar y técnicas de guerra y cómo enfrentarla, considero que perfectamente es aplicable a cualquier situación de conflicto en la que los seres humanos solemos meternos. Sus enseñanzas van más allá de la guerra literal. Es un libro que nos enseña cómo entender mejor los orígenes del conflicto y como posicionarnos emocionalmente ante este. Y el lugar en dónde decidí dejarlo fue, en mi humilde opinión, acorde al contexto del libro: un consultorio de terapia emocional.

Creo que ese lugar es perfecto para un libro como ese, a donde la gente acude precisamente para librarse del conflicto y las guerras internas. En algún momento hubo cierto morbo en la ironía de dejar ese libro en ese preciso lugar. Cumplida la tarea puedo decir que ha sido una experiencia nueva, interesante y muy gratificante. Agradezco a la Chinita por haberme contado de su campaña y espero que mi granito de arena haya servido de ayuda.

Desde la emoción-miedo-confusión de decidir el libro y el lugar, hasta el poder ver cómo al volver al sitio del crimen ya el libro no estaba. Eso me emocionó. Pero más emoción fue poder ver a la persona que con dedicación leía el libro encontrado que tenía en sus manos. Leía el libro y a veces repasaba las instrucciones. Espero que le sea de mucha ayuda como en su momento lo fue para mí…

Es un comienzo… y definitivamente una experiencia muy interesante y por completo repetible. Ahora, a ver de arriba abajo mi escasa biblioteca y decidir quién será la próxima víctima…

Aquí les dejo la evidencia gráfica del asunto…"

Por un Continente Libre de Idiotas

El motivo principal de Hermán para dejar "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano"-uno de sus favoritos- es ayudar a quien se lo encuentre a pensar un poquito diferente.

Es un libro de política que describe de forma irónica y divertida la mentalidad típica del latinoamericano quien se cree bueno, pobre y oprimido, víctima de los americanos, los malos de la partida sólo por ser exitosos.

Lo dejó en la Caminería de Costa del Este, al lado de una parada de autobus con la esperanza de"que en algo ayude a que en Panamá no vuelvan el tipo de gobernantes que se aprovecha del idiota latinoamericano y sus paradigmas de montar gobiernos nefastos" y de que mucha gente lo lea.

Hermán es otro que quedó cautivado con la experiencia de dejar un libro a su suerte. En esta ocasión su objetivo va más allá de fomentar la lectura; también está influyendo sobre la cultura política ciudadana para trabajar por una mejor nación. Me parece que este doble objetivo, es sencillamente genial.

Este es el primero de otros libros que piensa dejar. Sin embargo, en su casa permanece una copia para que sus chamos también lo lean cuando sean grandes. El compromiso de Herman con Yo Leí Este Libro comienza en su casa y se expande hacia afuera. ¡Eres grande! ¡Mil gracias!

Y dejé el libro encima de la mesa...

Esta es la historia de Manolo, quien ya vivió su primera experiencia de "abandonar un libro a su suerte". ¡Gracias  Manolete!

"¡Qué sensación tan extraña la de abandonar un libro en un lugar público!... Pero, momento, ese es el final de la historia, no el principio.

Lo primero fue seleccionar cuál de mis queridos libros podría ser el que iniciara mi colaboración con este movimiento. Me pareció importante que fuera un libro sencillo de leer, llamativo en el diseño de la portada y que tuviera alguna relación conmigo. Yo, al igual que Maria de los Angeles, soy un extranjero viviendo en Panamá. Como mexicano quise dejar un libro de una autora mexicana, Laura Esquivel. El libro se llama “Malinche” y me parece muy sencillo, digerible y de fácil lectura.

Así que lo tomé, le puse mi nombre, le pegué el instructivo que bajé del blog y lo abandoné en la mesa de un café del patio de comidas de mi oficina… Tomé algunas fotos para documentar mi primera intervención que comparto con ustedes. La experiencia me pareció muy divertida…. Y ahora lo único que pienso es ¿qué pasaría con el ese librito rojo que dejé abandonado en una mesa?… ¿Quién lo habrá encontrado?... ¿Lo leerá o lo dejará otra vez por ahí... Probablemente nunca lo sabré pero me siento contento de haber contribuido. Gracias mi querida China por empezar esta aventura en nuestro nuevo país." Manuel Morán.

El Diario El Venezolano Apoyando Nuestra Causa

Gracias a la maravilla del Twitter, conocí a Elizabeth Truzman, una reportera del diario El Venezolano quien se interesó por el Proyecto de Yo Leí Este Libro y quiso seguirlo y saber más de él.

Su interés y una entrevista bastaron para que publicara una reseña de nuestra causa en este importante diario local para la comunidad venezolana en Panamá. 

Esperamos que este artículo ayude a difundir el proyecto y más gente se una día tras día. Esperamos también que Elizabeth y todos los que nos apoyan empiecen a dejar libros en la calle, es la mejor forma de darle fuerza.

¡Mil gracias, Eli! Y mil gracias al diario por su apoyo. 

Fomentando más que el hábito de la Lectura

Adri, Goyo, sus dos chamos -Rodri y Nacho- y hasta el abuelito, son una familia súper cool, o "coolísima" como le gusta decir ahora a Nachito.
Ellos siempre están in-touch con cualquier cosa que pase en el mundo. Es en serio, en el mundo entero.
Es gente que contagia a otros con su energía y buenas vibras. Es por eso que no podían dejar de ser los primeros en participar y apoyar a "Yo Leí Este Libro" y compartir su hermosísima historia.
El abuelo -quien está de visita en Panamá- los acompañó al Multi Plaza y se sentó en un café a leerle fragmentos de "El Diario de Ana Frank" a los niños antes de dejarlo listo para que alguien más lo encontrara.
Como extra y conmovedor gesto, la siguiente nota fue escrita en el reverso del libro:

Algunos pasajes de éste libro los he leído en voz alta al lado de mis pequeños nietos -Rodrigo e Ignacio León Bortot- con el propósito de fomentar en ellos el amor al prójimo, el respeto a la libre expresión de las ideas, la tolerancia y autodeterminación del ciudadano en el marco de la constitución y las leyes que rigen para los pueblos democráticos. Lo mismo espero de la persona que encuentre este libro. ¡Gracias! José León D'Alessandro. jrleonda@gmail.com Panamá, Mayo 2011. 

  Esperamos que estas bellas palabran calen en aquél afortunado que encuentre este nuevo libro sin dueño.
¡Mil gracias! a los León - Bortot por el apoyo a Yo Leí Este Libro.

Isla de Perlas: Siéntate, Relájate y Lee

Los primeros libros que dejé en Panamá fueron La Metamorfosis, de Franz Kafka y María de Jorge Isaac en Isla de Perlas, Contadora. Decidí empezar a releer algunos clásicos porque tomé unas vacaciones súper relax, de esas en que sólo duermes, comes, tomas sol y lees. Pensé entonces que era una buena locación para que la gente encontrara un libro porque el ambiente es 100% propicio para disfrutar la lectura con las condiciones perfectas: el sonido de las olas al fondo y un hermoso paisaje.

Espero que aquellos afortunados en encontrar el libro los hayan disfrutado

tanto como yo.