Yo Leí Este Libro Ahora en Panamá

Aprendí a leer antes que a hablar y abrazaba a mis libros en vez de muñecas para quedarme dormida; era tan galla que mi parque de diversiones podía ser fácilmente sustituido por una librería y sería la niña más feliz.

No sé si a Ustedes les pasa, pero el olor de un libro –nuevo, viejo, usado- me despierta una emoción indescriptible y la necesidad de encontrar el momento y lugar perfecto para empezar a leerlo. El proceso mental que comienza al tener un libro en las manos parece activar una reacción química en mi cerebro…sencillamente placentero y adictivo.

Leer y escribir han sido desde siempre mis pasiones. Sueño con tener una biblioteca inmensa con todos los títulos del mundo, parecida a la de la Bella y la Bestia con escaleras que lleguen hasta arribota. Me torturo pensando que no alcanza la vida entera para leer todo lo que hay que leer…pero evito pensar en eso porque me causa ansiedad.

Mi primera experiencia en motivar a los demás a adoptar el hábito de la lectura fue con mi hermanita. De pequeñas compartíamos el cuarto y, cada noche antes de dormir cuando yo empezaba a leer, le daba un libro a ella para que lo hiciera también. Al principio se aburría un poco, pero luego le agarró el gusto y creo que hoy en día lee tanto o más que yo; se devora los libros, básicamente.

Yo Leí Este Libro es la oportunidad de fomentar el hábito de la lectura –que tan feliz me hace- de una manera masiva. Es el chance de regalar a la sociedad un break inesperado y productivo que, con suerte, logrará su cometido.

Creo que Panamá –ciudad en la que hoy vivo- es una ciudad que está creciendo aceleradamente en muchísimos aspectos. Es vital para un crecimiento sostenible que la cultura evolucione a la par de otras variables principales como la economía. Una sociedad que cultive hábitos como la lectura, abre las puertas al desarrollo de otros factores culturales –arte, teatro, música, etc- que enriquecen considerablemente la identidad nacional y potencian el crecimiento de la nación.

Con un gesto tan sencillo como empezar una cadena dejando un libro en la calle, estamos contribuyendo al desarrollo cultural de Panamá. Para todos los que aquí somos extranjeros, es una manera de retribuir constructivamente el que una nación nos esté recibiendo con los brazos abiertos.

¡Anímate a dejar un libro en la calle! Todos te lo sabremos agradecer J